A la Virgen de Guadalupe
Invocación para todos los días
Dulce Madre mía de Guadalupe,
heme aquí en tu presencia implorando
humildemente tu protección poderosa,
tu clemencia maternal y tu intercesión,
siempre consoladora y eficaz.
Escucha mis ruegos e intercede por mí
para que tu Hijo Jesucristo, fruto bendito
de tu vientre, por la pureza inmaculada
de tu corazón, por la excelencia de tus
méritos, y por la fidelidad de tu siervo
Juan Diego, se digne concederme la gracia
que pido en este día, si ha de ser para gloria
de tu mismo Hijo Jesucristo y la salvación
eternal de mi alma.
Amén