El Retiro Espiritual es una ocasión para profundizar en el espíritu de oración, para mejorar nuestra respuesta a la llamada personal que Dios nos hace y para concretar propósitos de vida cristiana.
La Iglesia considera que los Retiros o ejercicios de carácter espiritual son un camino eficaz muy recomendable para el progreso espiritual de todos los fieles cristianos (cf. Concilio Vaticano ll, Decr. Apostolicam Actuositatem, nº 32).
Su contenido se estructura por medio de meditaciones y charlas centradas en las verdades eternas y en la consideración de la vida cristiana en las circunstancias cotidianas de la existencia. La contemplación de la vida de nuestro Señor Jesucristo es el fundamento sobre el que se construyen las virtudes cristianas, y a eso tienden, necesariamente, las meditaciones de los Retiros.